Nueva Generacion en Hogwarts
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Mensaje por Raquel Hernandez Miér Sep 30, 2009 4:53 pm

A VER, ANTES DE NADA, QUIERO DEJAR CLARO QUE EL SIGUIENTE FF NO ES DE MI PROPIEDAD, SINO DE LAS PRESENTES ESCRITORAS EN EL FORO (Gwendoline, auro_rebelde, Anne Mole, aQua-nana, sofis210, VINDY,

http://www.forosharrypotter.com/t5993/dot-nuevas-inquisicionesff-en-grupo-dot/0/

PERO EN VISTA DE LO BUENO QUE LES VA QUEDANDO, ME GUSTARÍA QUE VOSOTROS TAMBIÉN LO LEYESEIS, Y ASÍ PODER COMPARTIRLO CON MUCHA GENTE.... ESTA ESCRITO EL NOMBRE DE QUIEN ESCRIBIO EL FRAGMENTO


auro_rebelde
Es agosto, y aunque parezca raro, el sol lucía por la ventana de una de las habitaciones de invitados de la Mansión Dumbledore.
Un chico moreno con una cicatriz en la frente se despertó y buscó con los ojos cerrados sus gafas, una vez las encontró y se las puso, abrió los ojos lentamente, haciéndolos a la luz. Se incorporó y miró a su alrededor. Ron todavía roncaba en la cama de al lado.
Harry oyó unos pasos cerca de la puerta, por lo que se levantó con la varita en alto y la abrió rápidamente, esperando encontrar desprevenido al sujeto que detrás se hayaba. Albus Dumbledore sonrió.
-Me gusta que mis alumnos estén siempre alerta, y más en estos tiempos difíciles… - Dice mientras sonríe. –Buenos días Harry, ¿te apetece desayunar?
-Por supuesto, profesor… -Responde el moreno tímidamente. Los dos llegan a las escaleras y las bajan lentamente, con pesadez.
Entraron en la gran cocina, al parecer nadie se había despertado todavía.
-Sé que tienes algo que preguntar, Harry… Adelante, te responderé con gusto. –Dice Dumbledore rompiendo el hielo mientras sacaba la cafetera del fuego.
-Verás… Yo… Quisiera saber… -Harry no sabía si era bueno preguntarlo, pero aún así tenía mucha curiosidad. –Quiero decir, ¿por qué estamos aquí y no en Grimmauld Place? Se supone que éste no es el cuartel de la Orden, sino su casa, señor…
-Buena pregunta, estaba esperando una parecida, la verdad… -Vierte café en dos tazas y le acerca una a Harry, a la vez que el director de Hogwarts se sienta en una silla alrededor de la mesa. –Siéntate, Harry. –El chico le hace caso y termina sentado en frente del hombre. –Verás, Harry, estamos en tiempo muy difíciles, y Grimmauld Place ya no es un sitio seguro, no sé por qué, pero es uno de mis presentimientos, y ya sabes que no suelo equivocarme con respecto a ese tipo de cosas… No estáis en la Madriguera porque ya somos demasiados como para convivir en un sitio tan pequeño si piensas en la cifra descomunal de miembros de la Orden del Fénix, y más ahora, que se hace más grande... –Hace una pausa para respirar y toma un sorbo de café.
-¿Seremos más? –Pregunta el chico.
-Sí, Draco y Blaise se unen a nuestra causa contra quien tú sabes, y además también se unen seis chicas más… Vindy, Anne, Nana, Aurora, Sofia y Gwen, que nos serán de mucha ayuda, tienen varias cosas que ofrecernos. –Explica.
-¿A qué se refiere?
-Bueno, se puede decir que no sólo hacen magia utilizando la varita… Sino que tienen algo más… especial. Pero no puedo hablar mucho del tema tampoco, es confidencial.
-Entiendo… -Dice el chico sin fiarse demasiado, sobretodo no se fiaba de Blaise y Draco. -¿Cuándo llegarán?
-Se supone que hoy, en caso de que no haya ningún problema…
Harry asintió con la cabeza y ambos continuaron bebiéndose el café.

(auro_rebelde)
Una chica se encontraba en la casa de Severus Snape, en una habitación de color verde con un gusto bastante esquisito para la decoración.
La chica se miraba al espejo, arreglándose un poco el pelo rizado y castaño. Se levantó un poco la camiseta para ver el tatuaje de tres estrellas que llevaba un poco más arriba de la ingle derecha. Cuánto había ansiado ese tatuaje.
-¡Aurora! ¡Llegaremos tarde! -Se oye gritar a Snape.
-¡Un momento! -Responde la chica, bajándose la camiseta rosa fucsia. Se miró las ojeras, eso de haber estado el día anterior de fiesta... Qué más daba, además, no creía que la gente se fuera fijando en su llevaba ojeras o no... O quizás sí. Con un hechizo le quedó la cara como nueva, sin rastro de la fiesta anterior. Se toco el flequillo con la mano y se abrió la puerta.
-Aurora Styffen Malfoy... No te lo voy a decir más veces. -Snape pasa a la habitación. -Y ponte una chaqueta, que aunque el sol salga, hará un poco de fresco.
Aurora asintió con la cabeza y cogío la chaqueta blanca que estaba encima de la cama.
-Hazme un favor, Aurora... Ya que vas a estar allí mucho tiempo y con esas compañías... Sonríe, aunque sea esa sonrisa falsa que tanto me gusta -Bromea Snape.
-Tranquilo, sé fingir, y tú lo sabes... -Le sonrió cómplice y se acercó a él. -Venga, que el gran profesor Snape debe hacerse notar en la Mansión Dumbledore...
-Tú y tu ironía... El día que te separes de ella, no te reconoceré... -Suelta Snape riendo, mientras los dos salían de la habitación.
Ambos se dirigieron a la planta de abajo, a la chimenea del salón. Snape hizo un gesto a la chica para que llegara primero a la Mansión Dumbledore y ella le hizo caso.

Mientras tanto... En un lugar muy apartado de Londres...
La Mansión Dumbledore permanecía en silencio, sólo se oía las respiraciones de los jóvenes durmiendo. Esos jóvenes todavía descansaban en sus camas sin saber lo que les estaba a punto de llegar... Ron, Hermione, Ginny, Fred y George estaban absueltos de toda noticia; sin embargo, Harry estaba sentado en la cocina, viendo cómo Dumbledore se levantaba rápidamente.
-Ven, Harry, nuestros primeros invitados están a punto de llegar. -Le dice. El joven Potter le hizo caso sin rechistar y lo siguió hasta una gran sala de estar, en donde un fuego azul se hizo en la chimenea y una chica castaña apareció en ella. Harry sonrió sin poder evitarlo y después miró a Dumbledore.
-Usted debe de ser... -Iba a decir el nombre de la chica cuando otra luz azul apareció en la chimenea, llevando consigo a Severus Snape, que recibió una mirada de odio por parte de Harry. -Aurora Styffen... -Termina de decir Dumbledore -Severus...
-Hola Albus -Lo saluda Snape mientras hacía un asentimiento de cabeza.
-Encantada de conocerla, señorita Styffen -Dice Dumbledore.
-Igualmente -Aurora puso una sonrisa falsa y después miró a Harry. Parecía mucho más atractivo que en El Profeta, pero seguía siendo el "Niño que sobrevivió al mago más poderoso de todos los tiempos".
-Él es Harry Potter -les presenta Snape -Potter, ésta es Aurora.
Harry asintió con la cabeza tímida y Aurora le sonrió también.
-Harry, ¿por qué no acompañas a la señorita a su habitación? Es la número ocho, en el segundo piso. Severus y yo tenemos que arreglar unos asuntos.
Harry asintió y le hizo un gesto a Aurora para que lo siguiera.
Snape y Dumbledore se quedaron charlando en la sala de estar mientras ellos dos caminaban subiendo las escaleras.
-Te puedes morir subiendo escaleras -Suelta la chica de repente, más para sí misma que para otra persona.
-Pues tú estás en el segundo piso, yo estoy en el tercero... -Dice Harry.
-Bueno, ejercitarás piernas -Suelta Aurora, por lo que el chico no puede evitar reír.
-¿Vas a Hogwarts? Nunca te he visto por allí... -Intenta romper el hielo.
-No, iba a Mullingar, en Estados Unidos. -Contesta Aurora -Pero este año sí que iré a Hogwarts, es el sitio más seguro.
-Cierto... -Harry se quedó pensativo. -¿Y a qué curso vas a pasar?
-A séptimo, ¿Y tú? -Pregunta la chica, interesada.
-También... -Responde el chico.
Punto a mi favor, mismo curso... Aunque eso yo ya lo imaginaba Pìensa Aurora.
-Tengo entendido que no habrá casas este curso, por seguridad... -Comenta Harry.
-Estamos en tiempos difíciles, y toda la seguridad es poca... Nunca se sabe dónde estará quien tú sabes
-Cierto -Suelta el chico. Llegaron a la habitación de Aurora, que compartiría con Gwen, o eso ponía en la placa que había en la puerta.
-¿Conoces a Gwen? -Pregunta Harry.
-Sí, es una de mis mejores amigas -Contesta Aurora.
-Bueno, pues hasta aquí he llegado... -Dice el chico sin saber bien qué decir.
-Voy a colocar mis cosas, ahora después bajo -Suelta Aurora.
Harry asintió y fue hacia las escaleras y empezó a bajarlas.
La chica entró en su habitación y la miró, inspeccionando todo.
Incrédulo... Piensa Aurora. Al final, me lo voy a pasar bien y todo... Se sienta encima de la cama. ¿Dónde está mi hermana? ¿Y las chicas? Todavía no han llegado, pero ya tengo ganas de verla... Tengo muchas cosas que contarles, por ejemplo, que ya no estoy con Alex... Pero ahora, tengo que centrarme en esto... Estoy aquí, siguiendo la misión, de la cual todavía no tengo ni idea... Sólo falta fingir y recoger información... ¿Dónde está mi libreta?Abre el baúl y coge un especie de diario. Lo abre y empieza a escribir con tinta invisible las primeras impresiones de esa gran casa, pero sabía que todavía le quedaba investigar más:las puertas de entrada, la seguridad, los alrededores, la forma de entrar...
Al rato, cerró el diario dando un golpe con su varita y dijo una contraseña simple. Lo guardó en su baúl y se estiró un poco la ropa. Abre la puerta lentamente, ahora no era el momento de empezar con su trabajo, sino lo mejor sería ir a presentarse al resto de la casa, que seguramente algunos ya se habrían levantado.

(VINDY)
Los rayos del sol iluminaban la amplia habitación en cuyo centro había una chica de ojos violetas que pintaba un lienzo con nerviosismo.
-Vindy, ¿ya vuelves a estar nerviosa?
La joven se giró para quedar frente a la mujer que le había hablado.
-Mama, ya sabes que es mi forma de desahogarme.
-Me parece perfecto cielo, pero ya es hora de que arregles tus cosas y de que marches. La chimenea ya esta lista.-dicho esto la mujer salió del cuarto.
Vindy se levantó, se dirigió al armario, cogió una minifalda negra, una camiseta morada de tirantes y unas sandalias y se vistió rápidamente. Luego entró en el baño se arregló un poco las ondas de su cabello negro y se maquilló de una forma natural.
Se miró al espejo y con una sonrisa de satisfacción salió de su habitación y fue al salón donde ya estaban sus cosas y al lado de la chimenea la esperaban sus padres con impaciencia.
-Y yo que pensaba que tu impuntualidad se arreglaría con el paso del tiempo.-se burló su padre.
-Quizás necesite más tiempo papi.-continuó con la broma la morena.
-Venga, venga, que ya te deben de estar esperando.-dijo su madre.
-¡Os escribiré!-se despidió Vindy y acto seguido desapareció. Podría haber utilizado su poder para llegar a la Mansión Dumbledore, pero eso levantaría sospechas.

Cuando pudo abrir los ojos, vio que estaba en un gran salón decorado de forma antigua pero elegante. Se frotó los ojos, aun tenia algo de ´humo y le escocia, se sacudió la ropa y sonrió feliz, estaba en la casa del gran Albus Dumbledore.
-¿Dónde estará la gente?-se preguntó mientras caminaba por el gran salón.
En ese instante un chico, al cual todo el mundo conocía, al menos el mundo mágico, apareció por la puerta.
-Hola.
-Hola, tu debes de ser Potter, ¿verdad?. Yo soy Vindy Whiten. Nos hemos visto en Hogwards, bueno aunque nose si me recuerdas, somos tanta gente...-y dicho esto se acercó a Harry y le plantó dos besos. El moreno se quedó asombrado.
-Em... Si, creo haberte visto. Esto...¿has desayunado?.-le preguntó el chico, aun sonrojado.
-No. Y la verdad que tengo hambre.
-Sígueme a la cocina. Además Dumbledore quiere darte la bienvenida.
Vindy, le sonrió y siguió al chico.

(aQua_nana)
era un cálido día de verano en privet drive. Nana potter abrió los ojos lentamente, se encontraba en la antigua habitación de su primo. un rayo de sol de la ventana que la noche anterior había dejado abierta, le inundó la vista. con mucha pereza al fin se incorporó. alcanzó a oír los ronquidos de Big-D, como lo llamaba harry, en la habitación de al lado, también oyó los inconfundibles ruidos de cacharros en la cocina, Petunia estaría cocinando. Nana giró la cabeza, vió la foto. Una foto en la que salían ella, su primo, su madre, james y lilly. todos juntos. y una foto al lado, en la que se veía a si misma junto al resto de habitantes de la madriguera, dos meses atrás. sin hacer mucho ruido, se levantó. deseó que su madre llegase para recogerla, pues nana no tenía ni idea de la situación geográfica de la mansión dumbledore. retiró las sábanas con sumo cuidado de no hacer ruidos. con suerte, las dos semanas que llevaba en casa de los dursley se acabarían ese mismo día, aunque no estaba del todo segura de ello. sin miramientos, abrió el viejo baúl, y sacó unos pantalones cortos, con bolsillos enormes, y una camiseta de tirantes azul, que dejaba ver los hombros. se miró en el espejo, mientras se hacía una coleta baja, normalmente se hubiera hecho dos, aunque esta vez, no tenía ganas de mucho más.
bajó las escaleras. a diferencia de su primo, ella le caía bien a los dursley
-Buenos días,"tata".-saludó nana a su tía
-Buenos días cariño-le devolvió su tía el saludo, con un apelativo que nunca había usado con harry-por cierto, ¿que quieres hoy de desayunar?
-Sorpréndeme, querida tía, si lo cocinas tú sabrá bien.
mientras tía petunia preparaba unas deliciosas tortitas, nana balanceó distraídamente el colgante de la tríada de brujas, que le habían regalado hacía años sirius black y lupin... el día de su 11 cumpleaños.
que palo me da esto... pensó nana aunque a decir verdad, me dijeron la semana pasada que vendrían a buscarme... ¿se habrá olvidado mamá?
en ese momento, tía petunia le sirvió tortitas con miel.
nana musitó un gracias, y tía petunia fué a despertar a dudley.
¿como estará aurora? ¿y vindy, y anne, y el resto? hace demasiado tiempo que no las veo... entonces por su mente pasó el instante fugaz mientras se marchaba de la madriguera
¿ron y harry estarán bién? ¿y ginny, y hermione? ¿y george y... fred? al pensar en ese chico, se le subieron los colores a la cara...
tía petunia pasaba por al lado
-cariño, ¿que te pasa? ¿no te habrá entrado fiebre? si es así, con lo lista que eres, a diferencia de tu primo, podrías usar la magia, ¿no?-al parecer, tía petunia solo aceptaba dos magas en la família, a Nana y a Marie, la madre de nana
-ui, no es nada, "Tata", aunque bueno, creo que es el calor...
-¡Buenos días Prima!-saludó dudley
-Hola primo, ¿que tal te va la mañana?
-Mamá me despertó ahora...
-bueno, siéntate y desayuna, es tarde pero bueno-dijo nana.
mientras nana se introducía otro trozo de tortita en la boca, sonó el timbre.
-Voy yo-dijo nana
Nana se dirigió a grandes zancadas hacia la puerta, abrió la puerta en seguida. justo delante de la puerta, se erguía su madre, lupin y...
-¿Hagrid?-preguntó nana-¿lupin? ¿habéis venido todos?
-claro que sí-dijo su madre
-¿tienes el equipaje?-preguntó lupin
-claro que sí-respondió nana-mamá, deberías entrar a saludar a la tata
-¿no duerme?
-no, está despierta, muy despierta.-contestó nana.
Marie potter entró en casa. saludó a petunia y se pusieron a hablar. parecía que tía petunia no quisiera que Nana se marchase, al fin y al cabo, haciendo magia ayudaba a la familia y les caía bien a todos.
-nana, sube a coger el equipaje-dijo hagrid
Nana asintió y subió las escaleras. sin mucha ceremonia, metió todos los objetos que se veían a la vista, dentro del baúl. fotos, periódicos, ropa. luego, se guardó la varita en el bolsillo, y cargó la jaula de su lechuza, Tane, la cual estaba durmiendo aún, y llamó a Yamza, su gata, que acudió inmediatamente. Nana, y su gata, bajaron las escaleras. hagrid, cargó a Yamza en uno de sus grandes bolsillos, y a Tane la cargó en su Saeta de fuego, mientras que hagrid cargaba el baúl en la motocicleta.
antes de irse, Petunia salió a saludar, y dudley a despedirse.
-¡adiós querida!-dijo petunia-¿volverás a visitarnos?
-Claro "tata"
-Primita, recuerda que eres estupenda ¿e? y a ver si le dices a ese tal Fred lo mucho que le quieres ¿e?
Nana se puso roja. se acercó a dudley, y le dijo a la oreja
-¿como sabes tu eso?
-lo pone en tu diario, con corazoncitos...
Nana intentó disimular, diciéndole a dudley, con suficiente potencia para que lo oyera el resto
-Fred no, Freddie! el de la peli, y lo que quiero es ver la peli de nuevo! desde luego dudley, no sabes leer
Nana respiró aliviada al ver que se lo creían todos.
todo seguido, se montó en su escoba, y despegó, siguiendo a su madre, a lupin y a Hagrid. Y comenzaron a volar, dirección a La mansión dumbledore.




Llegaron al fin a la mansión. aproximadamente a las tres del mediodía. Nana descendió hasta el jardín. Hagrid, lupin y Marie hicieron lo mismo. Hermione abrió la puerta.
Nana y ella se abrazaron.
-¡Hermione!
-¡Nana!
-cuánto tiempo sin verte-dijo hermione
-dos meses exactamente-respondió Nana
hermione de pronto se giró
-¡RON, HARRY, GINNY, AURORA, FRED Y GEORGE, HA LLEGADO NANA!
Nana oyó voces desde la cocina, que decían
-¡Nana!-dijo una voz parecida a la de ginny
-¿Nana?-preguntó la voz distraída de ron
-¿de verdad es nana?-corearon fred y george
repentinamente, la puerta estaba llena de gente, saludando a Nana.
ron la abrazó.
-Nana, no había tenido noticias tuyas desde que te fuiste de la madriguera.
-Lo se, ron me fui a privett drive
Entonces reclamó su atención Ginny, que parloteando sin parar, le dio dos besos, uno por mejilla.
luego, harry la miró incrédulo
-¿Prima? ¡oh, prima! ¡cuanto tiempo!
Nana rememorizó...
-Sí, es cierto, a ti no te veís desde hce 3 meses, adónde fuiste?
-Pues no se... aquí
De un empujón, fred y george apartaron a Harry
-Nuestra Nana-dijeron a coro
-¡Hola chicos! ¿que tal los experimentos?-dijo nana, muy nerviosa
en estos dos meses... no ha echo mas que mejorar Pensó Nana, poniendo su típica sonrisa traviesa
-¿en que piensas?-interrumpió fred
-¡eso! que pones una cara-dijo george
-Oh vamos, dejad a la pobre cría-dijo molly abriéndose paso-¿no véis que la váis a matar? anda, decidle donde está su cuarto, que deje sus cosas y baje a comer
Nana paseó la mirada hasta encontrar a la persona que buscaba
-Dumbledore, buenos días
-Hola nana-dijo Albus, hizo una pausa-creo que tú ya conoces a aurora y al resto, ¿no?
Nana pareció pensárselo
-Claro, señor
-oh, vamos, no me llames así-cortó Albus-Me hace parecer viejo... supongo que ahora alguien te dirá cuál es tu cuarto... por ejemplo... ¡FRED!
fred apareció por la esquina, a toda prisa, se ve que cuando Albus llamaba a alguien, éste tenía que ir a toda leche
-Fred, indícale a Nana cuál es su cuarto
-Vale-dijo un fred sonriente
Fred comenzó a subir las escaleras, pero Nana se dirigió hacia la puerta, le plantó un beso a su madre en la mejilla, y Lupin entró en casa. Nana agarró el baúl y a Yamza, cuando fred ya gritaba
-¿VIENES?
-SI, ya voy.
comenzaron a subir escaleras.
-¿esto no se acaba nunca?-espetó Nana
-Si, ya pronto, creo que tu estás en la segunda planta, ¿no?
-eso dijo molly
-entonces nos hemos pasado, estamos en la cuarta
Nana resopló y siguió a fred, mientras bajaban las escaleras.
-una cosa fred, ¿y aurora?
-creo que está abajo, tu instalate y luego la ves
-pues vale-respondió nana
cuando fred se hubo marchado, Nana comenzó a vaciar su baúl. pero desistió, se limitó a abrir su diario. por la primera página. vio su foto junto a Fred, pegada en la segunda página.
recuerdo ese día, era primavera, en hogwarts... Ai...
en la foto, salían ella y fred, ella de pie y fred apoyando un codo en su hombro...
al fin, después de contemplar la foto, pasó páginas con fotos, anotaciones y todo lo demás, hasta llegar al día que tocaba. escribió:
Hoy después de dos semanas en privet drive, me han rescatado y acabo de llegar a la mansión. esta mansión transite seguridad... aún no he visto a aurora ni a anne nui al resto, pero espero verlas ya pronto. supongo que no me dará mucho tiempo de escribir, porque molly ya me reclama a la mesa para comer... en fin, hasta luego, diario y lo escondió al fondo del baúl.
cerró el baúl, y abrió la puerta, echó un último vistazo a su nueva habitación antes de salir de allí, camino a la cocina.

(auro_rebelde)
Aurora bajó las escaleras lentamente, mirando a su alrededor, había oído jaleo, pero no le importaba demasiado, además, tampoco sabía a qué venía todo eso.
Entró en la cocina, cuando vio una silueta que le parecía familiar al lado de Potter.
-Hola... -Dice la chica haciéndose notar. Harry y Vindy se dan la vuelta y Aurora mira a la acompañante de Harry, sin poder evitar sonreír, esta vez de verdad. -¡Vindy!
Se acercó rápidamente a ella, como si ni siquiera rozara el suelo y la abrazó, bajo la mirada estupefacta de Harry.
-Ya echaba en falta tu "sentido del humor"... -Suelta la morena.
-No me seas borde -Contesta Aurora separándose de ella.
-Eso debería decirlo yo... No eres la más adecuada... -Dice rodando los ojos Vindy.
-Va en mi sangre -Aurora le saca la lengua. -¿Qué has hecho en todo este tiempo? Ya tenía ganas de verte, pero no me hagas repetirlo.
-Tranquila, no lo haré, sé que te cuesta demasiado... Pero sienta bien cuando lo dices, eso sí... -Bromea Vindy -¿Conoces a Harry Potter?
-Sí, me lo han presentado antes, al parecer he sido la primera en llegar... Y conozco a poca gente, pero eso no es un problema. -La chica se encoge de hombros.
-También ha llegado Nana... -Suelta Harry, haciéndose notar entre las dos amigas.
-¿Nana? ¿Nana Potter? -Pregunta Vindy -¿Dónde está?
-Creo que en su habitación... -Dice tímidamente el chico.
-Llegaré antes que tú... -La reta Aurora. -Aquí no puedes hacer nada.
-Eso que te lo has creído -Vindy salió corriendo para que Harry no notara sus poderes, seguida de Aurora.
Harry se encogió de hombros, no sabía de qué iba el tema, pero tampoco es que le diera demasiada importancia. A su parecer, las chicas se conocían y eran amigas o algo por el estilo, y también conocían a su prima Nana, a la que tanto adoraba. Lo que pasa es que les había dicho que estaba en su cuarto, pero desconocía que ellas supieran cuál era el cuarto de su prima. Se sentó en la silla y empezó a ojear El Profeta.


Vindy se teletransportó sin que nadie se diera cuenta, excepto Aurora. Sin embargo, su amiga llegó corriendo hacia las escaleras y empezó a elevarse a gran velocidad hasta llegar a la segunda planta. No veía a Vindy por ningún sitio.
-¿Tan lenta eres? -Pregunta Aurora en voz alta.
Vindy apareció de repente a su lado.
-Es que pensaba que estaría en el tercer piso... -Vindy se encogió de hombros.
-Tonta... -Añade su amiga, seguida por un golpe que le dio Vindy a Aurora. Las dos empezaron a caminar mirando las placas de las habitaciones, en busca de una que llevara el nombre de Nana grabado. Cuando por fin la encontraron, abrieron la puerta sin ni siquiera llamar, y se tiraron encima de Nana, que estaba sentada en la cama.
-¡Cuánto tiempo! -Suelta Aurora mientras Vindy estaba encima de las dos.
-¿Sabéis? ¡¡¡Habéis engordado desde la última vez!!! ¡¡¡Me estáis aplastando!!! -Grita Nana mientras se queja, pero ellas no se quitaban de encima
-Es lo que tiene ser la tercera en llegar, a nosotras nadie nos ha aplastado. -Ríe Vindy
-Siempre eres la tercera en discordia, Nana... -Bromea Aurora.
-¡Terminaré odiándoos! ¡Me quedaré más fina que una rodaja de jamon york! -Reía Nana.
-no exageres, Nana, todavía te queda para eso... -Vindy se sumaba a las bromas de Aurora.
-No hablemos muy fuerte, chicas... -Nana usó su táctica para quitarlas de encima, y empezó a hacerles cosquillas a las dos, de forma que una cayó encima de la cama y otra en el suelo.
Vindy había sido la más desafortunada, el suelo no estaba precisamente blando.
-Siempre caes en sitios duros... -Suelta Aurora
-¡Y tú siempre acabas bien parada! -Se queja Vindy, levantándose y sentándose encima de la cama.
-Es lo que tiene ser guay
-Haremos como que no has dicho eso... -Comenta Nana, y las tres empezaron a reír escandalosamente.

La puerta de la habitación de Nana se abrió.
-¿Esto es una fiesta de pijamas? -Pregunta Fred.
-Sí, una fiesta privada de pijamas -Responde Aurora, cerrándo la puerta con sus poderes. -Diremos que ha sido una ráfaga de viento...
-Pordías ser más simpática con mi futuro marido -Se queja Nana.
-Sí, porque tendrá que soportarte, bastante tiene ya con eso -Suelta Vindy.
-¡Todo lo malo se pega, madre mía! -Nana se levanta -Dos segundos con Aurora y ya dices cosas parecidas... ¡Fuera de mi habitación! ¡Las dos! -Las levanta a las dos de la cama y abre la puerta.
-No nos echarás... -Dice Aurora mientras se agarraba del brazo de Vindy.
-Sí, tú misma has dicho que pesamos más... Hemos engordado. -La sigue Vindy
-Bueno, pero yo ahora tengo más fuerza -Nana les hace cosquillas a las dos, consiguiendo sacarlas de la habitación, seguidas por ella misma. -Tenemos que comer, todos deben estar esperándonos.
-Pues porque esperen un poco más entonces no creo que les pase nada... -Dice Vindy.
-Claro, además, para la gente que son... -Suelta Aurora.
-Sigo sin entender qué pintas aquí -Dice Nana.
-Tranquila, ¡yo tampoco! -Contesta Aurora mientras reía. Y las tres bajaron las escaleras y se dirigieron a la cocina, era hora de comer.
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